lunes, 15 de marzo de 2010

Este año no.

No voy a poder cumplir mi octavo año bajo las trabajaderas de la hermandad más larga de Sevilla, debajo de ese Cristo del Desamparo y Abandono al que con tan buen criterio mudaron de San Gil a aquel Cerro del Águila deseoso de contar con una cofradía en la Catedral.
“Estás loco”, comentaban muchos de los que conocían por vez primera que mi debut bajo los pasos sevillanos sería precisamente en aquel barrio que apenas habían pisado, y en aquella cofradía que salía por la mañana y entraba de madrugada. Pero desde el minuto uno, aquella hermandad que era más de barrio que ninguna, y a su vez más sevillana que ninguna, me dejó prendado. Quizás desde antes, desde aquel Martes Santo de estreno en el que rodeábamos una y otra vez su nuevo paso de misterio conociendo y saboreando los detalles del inigualable trabajo en caoba.
O desde el día de la Coronación Canónica de Ella, aquel 15 de septiembre prólogo de mi llegada a Sevilla, en el que siempre muy cerca de su respiradero conocía por vez primera ese barrio que no considero mío por respeto a los que de allí son. Y bien que son.
Pero lo cierto es que, sin más remedio, aquella andadura que comenzó con lluvia y Martes Santo en casa, entra en fase de stand by por este año debido a motivos laborales.
Hoy me toca verlo y disfrutarlo, ¿por qué no iba a disfrutarlo?, desde fuera, vestido de paisano, todo lo que las obligaciones me permitan. Me toca disfrutar de vosotros, compañeros, echando el pie hacia adelante en la avenida, donde siempre me gustó trabajar la cofradía. Pero también me toca sufrirlo cuando me tenga que marchas y aún os queden horas por delante, aunque volveré al reencuentro. Lo prometo.
Será Martes Santo y yo no estaré debajo, ni sufriré las obras ni recordaré el paso por otras calles de aquel 2005. No habrá posibilidad de realizar de nuevo una machada si la lluvia nos sorprendiera, aunque Dios quiera que no sea así. Aquella que a más de uno nos enlazó definitivamente con esa cofradía tan moderna como elegante. Tan de Sevilla…
El Cerro sigue andando, aún sin mí, claro que sí.
Gracias a todos, y en especial a los grandes capataces con los que cuenta el paso de misterio del Cristo del Desamparo y Abandono.
Un Saludo
De nuestro amigo Kiski escrito en su blog. El Cerro sigue andando, Hermano. Ya se acerca la primavera de 2011. Abrazos Gordos.

1 comentarios:

Unknown 16 de marzo de 2010, 14:51  

No me he enterado los motivos por que este año no sales,solo mandarte un fuerte abrazo y aqui estamos pa lo que te haga falta

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